27.6.07

si la luna pudiera estarse quieta sólo un momento
ella podría aprovechar ingeniosamente su luz

24.6.07

entendía que cada tanto le pudiera suceder
que las vigas debajo suyo crujieran
pero no, que ya no todos los días de la misma manera

18.6.07

no sabía si hablar con los caracoles de la pared
o si tenerles asco
o comerlos

17.6.07

un paso tras otro
la bujía no promete quedar mucho tiempo más encendida
y el viento húmedo, en ese sótano entumeciendo sus piernas de rodillas descubiertas

13.6.07

la cara todavía le olía a jabón blanco
y el pelo mojado, largo, en torno a su cuello y espalda
caminaba lenta

12.6.07

las manos blancas
las uñas rojas
apretando el frasquito de vidrio marrón