si la luna pudiera estarse quieta sólo un momento ella podría aprovechar ingeniosamente su luz
24.6.07
entendía que cada tanto le pudiera suceder que las vigas debajo suyo crujieran pero no, que ya no todos los días de la misma manera
18.6.07
no sabía si hablar con los caracoles de la pared o si tenerles asco o comerlos
17.6.07
un paso tras otro la bujía no promete quedar mucho tiempo más encendida y el viento húmedo, en ese sótano entumeciendo sus piernas de rodillas descubiertas
13.6.07
la cara todavía le olía a jabón blanco y el pelo mojado, largo, en torno a su cuello y espalda caminaba lenta
12.6.07
las manos blancas las uñas rojas apretando el frasquito de vidrio marrón